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El psicoanálisis en la actualidad: ¿Cómo funciona?

El psicoanálisis en la actualidad
El psicoanálisis en la actualidad

La respuesta a la pregunta sobre si el psicoanálisis en la actualidad sigue estando vigente es sorprendentemente sencilla: los pacientes siguen buscando ayuda y encontrando mejoría a través de esta terapia.

A pesar de la proliferación de todo tipo de terapias que prometen curaciones cada vez más rápidas el psicoanálisis sigue siendo la terapia de elección para las personas que quieren un tratamiento psicológico de calidad.


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La importancia del psicoanálisis hoy en día

No hay otra terapia que atienda los problemas psicológicos con más humanidad y sensibilidad que el psicoanálisis.

El psicoanálisis ofrece un lugar que acoge el dolor, la angustia, la vulnerabilidad y los trata con delicadeza y máximo respeto.

Ofrece una escucha cercana sin juicios ni intervenciones apresuradas, respetando el ritmo interno de curación de cada persona.

Brinda un espacio para procesar los pensamientos más profundos y emociones más intensas.

Pone a disposición de la persona un espacio para pensar cuando hemos dado vueltas y más vueltas a un tema y nos encontramos atascados y sin saber cómo continuar.

Y todo esto lo hace sin perder de vista que para entender un problema psicológico a fondo hay que rastrear sus causas poniendo el foco en las experiencias emocionales más significativas que ha vivido una persona.

¿Hay algo más humano que atender el sufrimiento de una persona respetando a la vez su más íntima singularidad?

Por eso, en el mundo de las teorías y enfoques psicológicos, el psicoanálisis resurge una y otra vez. Su preocupación por entender y atender el sufrimiento psíquico se remonta a Freud.

¿Qué es lo más importante que aportó Freud?

Imagina un mundo sin herramientas para abordar los problemas de la mente. Exactamente así era el mundo antes de Sigmund Freud: Un mundo a oscuras en lo que respecta al sufrimiento psicológico.

Antes de Freud, si alguien se sentía apesadumbrado o nervioso no tenía un lugar al que acudir. No tenía más remedio que dejar su malestar a la suerte o acudir a la religión.

El inconsciente

Freud fue un hombre con ingenio y perspicacia.

El observó que, si animaba a las pacientes a contar, durante varias sesiones, sus pensamientos más profundos o íntimos, sus síntomas mejoraban.

Hasta entonces nadie se había detenido a preguntar ni a escuchar a los pacientes para averiguar la causa de los problemas emocionales que les afectaban.

 Este descubrimiento le llevó a intuir que en las profundidades de la mente de cada uno de nosotros está la explicación de lo que nos pasa.

Descubrió que todo aquello que vivimos de forma intensa y abrumadora en la infancia moldea nuestros pensamientos y sentimientos a lo largo de la vida. Y esto ocurre sin estar conscientes de ello.

De este modo formuló una de las ideas más revolucionarias de todos los tiempos: el inconsciente.

Hoy en día, estamos tan familiarizados con el concepto del inconsciente que lo utilizamos de forma cotidiana sin percatarnos que su introducción se la debemos a Freud.

Hasta entonces nadie imaginó que dentro de nosotros habitan sentimientos y pensamientos inconscientes y que por ende existe un vasto mundo por explorar.

Pero ¿Qué es exactamente el inconsciente?

Los psicoanalistas a menudo damos por sentado que el concepto del inconsciente es ampliamente comprendido. Pero ¿es realmente así? ¿Qué es exactamente el inconsciente?

Durante los primeros años de nuestra vida, experimentamos el mundo con una intensidad abrumadora, pero carecemos de las herramientas psicológicas para comprender, poner en palabras y procesar esas experiencias.

 

Este impacto puramente emocional y desprovisto de palabras es el inconsciente.

Lo interesante es que, aunque no seamos conscientes de ello, este inconsciente nunca nos abandona. En realidad, es el material psíquico que usamos para construir todos nuestros pensamientos y sentimientos.

Y aquí viene la sorpresa: este inconsciente del que hablamos es el culpable de que repitamos patrones infantiles en nuestras relaciones personales, laborales y de amistad de la adultez

Repetimos, sin que lo sepamos, los fracasos y desdichas infantiles durante nuestra vida adulta.

El psicoanálisis nos ayuda a comprender por qué actuamos de ciertas maneras, por qué nos atraen ciertos tipos de personas y por qué a veces sentimos que estamos atrapados en un ciclo de repetición.

Los sueños

Freud, con su visión pionera, no solo nos introdujo al concepto del inconsciente, sino que también nos hizo ver la importancia de los sueños.

A partir de su sagacidad, hemos comenzado a comprender que los sueños son mucho más que simples imágenes en la noche.

En la actualidad sabemos que son experiencias nocturnas íntimas que revelan nuestro mundo interno.

Las vivencias infantiles

Otro de los grandes hallazgos de Freud, uno que brilla con luz propia es la importancia de las vivencias infantiles en la vida adulta.

Este descubrimiento ha tenido un impacto monumental.

Ha generado una riqueza incalculable, allanando el camino para diversas modalidades terapéuticas, incluyendo la terapia infantil.

 

Los descubrimientos freudianos están en el origen de la psicología como disciplina centrada en ayudar a las personas con problema psicológicos.

A partir de la formulación del inconsciente, la mente es un territorio por explorar y las palabras el vehículo para llegar a ella.

Freud creó una terapia basada en el diálogo, pero sobre todo en el arte de escuchar.

Freud no se centró en escuchar las anécdotas, sino que rastreaba los puntos más complejos y traumáticos de la vida de sus pacientes.

Entendió que, a pesar de todas las barreras internas que sus pacientes enfrentaban al intentar expresar lo que les hacía sufrir, la verdadera guía hacia su inconsciente era el paciente mismo.

A partir de ese momento los pacientes empezaron a hablar acerca de cómo se sentían y el sufrimiento psicológico empezó a ser escuchado.

Hoy en día este tipo de diálogo terapéutico entre terapeuta y paciente nos resulta absolutamente natural pero antes de Freud simplemente no existía.

Freud y el psicoanálisis actual

Las ideas de Freud siguen teniendo una enorme utilidad terapéutica.

Por ejemplo, nadie pondría en duda la importancia del inconsciente, de los sueños o de lo que hemos vivido de pequeños.

Sin embargo, es innegable que algunas de las ideas originales de Freud han perdido relevancia en la terapia de nuestros días.

Ante las limitaciones freudianas, psicoanalistas de todo el mundo se esfuerzan constantemente en aportar ideas innovadoras que respondan a los desafíos que suponen los problemas psicológicos actuales.

El psicoanálisis sigue desarrollándose con mucha vitalidad.

No obstante, es comprensible que algunas personas puedan tener la percepción errónea de que el psicoanálisis se ha quedado atrás.

Freud ha tenido un protagonismo de tal magnitud en el psicoanálisis que hemos caído en el error de pensar que todo lo que había que decir en relación con el psicoanálisis ya fue dicho por él.

Este malentendido ha creado el estereotipo de un psicoanalista de edad avanzada que se resiste al cambio y practica un psicoanálisis anticuado que no está a la altura de los tiempos actuales.

¡Nada más lejos de la realidad!

Los psicoanalistas modernos no nos parecemos en absoluto a Freud.

Si bien valoramos enormemente sus descubrimientos no los veneramos ni los tratamos como textos sagrados.

Hoy en día tenemos una disciplina flexible y dinámica capaz de dar sentido y solución a los problemas psicológicos actuales.

¿Cómo es un psicoanalista actual?

Los psicoanalistas actuales estamos entrenados para ofrecer al paciente un espacio en el que se pueda desarrollar la terapia en condiciones optimas.

A continuación te explicamos en qué caracteriza a un psicoanalista moderno:

Ofrece un espacio acogedor, seguro y respetuoso

Los psicoanalistas de hoy en día sabemos que es imprescindible ofrecer al paciente un espacio acogedor y seguro en el que se sienta cómodo para expresarse libremente.

Somos participativos y decimos cosas relevantes en el momento adecuado.

Si bien guiamos, señalamos y preguntamos, lo hacemos sin intervencionismos innecesarios.

Precisamente por el respeto que sentimos por la singularidad de cada persona nunca nos hacemos pasar por un maestro, asesor o consejero del paciente.

Debe ser el paciente el que tome las decisiones acerca de su propia vida.

 

Escucha atenta y creativa

Los psicoanalistas escuchamos de forma atenta, respetuosa y creativa a cada paciente para ayudarle a descubrir las maniobras inconscientes que perpetúan su malestar.

Estamos entrenados para escuchar sin hacer conjeturas precipitadas.

La escucha que practicamos los psicoanalistas es la actividad que más nos aleja de otros enfoques terapéuticos.

 

No escuchamos síntomas sino personas.

Por eso no nos agradan mucho los diagnósticos psiquiátricos.

Es fácil perder de vista la persona detrás de la etiqueta diagnóstica.

En más de una ocasión, hemos presenciado cómo los diagnósticos psiquiátricos encierran a los individuos en estrechos corredores, dejando que su potencialidad se desvanezca ante la sombra de una etiqueta.

Resulta preocupante encontrarse con pacientes que han abandonado sus aspiraciones y sueños, porque se sienten reducidos a una mera categoría diagnóstica.

Se ha psicoanalizado en profundidad

Para un psicoanalista, abordar los asuntos emocionales de otra persona sin haber explorado en profundidad su propio mundo interior es completamente impensable.

El habernos psicoanalizado nos ha convertido en personas más sensibles, expertos en el delicado arte de explorar el mundo interno de otros con cuidado, respeto y comprensión.

En resumen, las lecciones extraídas de nuestras propias experiencias terapéuticas constituyen una de las herramientas más valiosas que poseemos como psicoanalistas modernos.

 

¿Qué diferencia al psicoanálisis actual de otras terapias?

 

El psicoanálisis en es una herramienta eficaz para ayudar a las personas con diversos problemas psicológicos tales como ansiedad, depresión, inseguridad, sentimientos de fracaso, insatisfacción, vacío, soledad, temor al rechazo o al abandono, por mencionar solo algunos.

Es eficaz porque va a la raíz del problema.

Y al ir a la raíz el problema no vuelve a reaparecer.

Psicoanálisis: un ejemplo

La raíz de un problema psicológico es como las raíces de un árbol; puede generar ramificaciones en todas direcciones.

Imaginemos, por un momento, a una persona que no experimentó la sensación de ser importante en su infancia, alguien que creció sintiéndose invisible para sus padres.

Este sentimiento de insignificancia puede dar lugar a diversos problemas emocionales: timidez, inseguridad, un constante temor al rechazo y al abandono, e incluso episodios de profunda depresión a lo largo de su vida.

En este contexto, surge la pregunta crucial:

¿Qué tiene más sentido?

¿Abordar los síntomas superficiales, como la depresión o la timidez, de manera aislada?

¿O embarcarse en un proceso de autodescubrimiento, con el objetivo de comprender cómo esa carencia de amor en la infancia se manifiesta en su vida presente?

 

El psicoanálisis en la actualidad responde a esta interrogante de manera rotunda: Opta por la segunda opción, por el camino del autodescubrimiento, porque reconoce que al hacerlo, no solo se aborda la manifestación visible de la angustia, sino que se llega a la raíz misma del sufrimiento.

Al comprender cómo la falta de amor en la infancia se refleja en los pensamientos, las emociones y los comportamientos actuales, se posibilita una transformación profunda y duradera.

Puedes leer otro ejemplo de terapia con psicoanálisis aquí

Sin embargo, sabemos que proliferan todo tipo de terapias que ofrecen ir al pasado y volver con todo resuelto en pocas sesiones.

No subestimamos el alivio provisional de estas soluciones, pero hemos comprobado una y otra vez que son soluciones temporales que se desvanecen con el tiempo.

Por esto lamentamos estas propuestas engañosas porque sabemos de su superficialidad e ineficacia.

¿Es cierto que el psicoanálisis es muy largo?

 

Se dice que el psicoanálisis toma mucho tiempo, pero basta con detenerse a pensar en la magnitud y profundidad del trabajo que proponemos para entender que no puede ser hecho en pocas sesiones.

Cuando se habla de que una terapia de psicoanálisis es larga poco se habla del compromiso temporal que los psicoanalistas establecemos con los pacientes desde el primer encuentro.

Los psicoanalistas nos comprometemos desde el principio a acompañarle durante todo el tiempo que sea necesario.

El compromiso y la rigurosidad son señas de identidad del psicoanálisis que ofrece el más personalizado de los tratamientos psicológicos existentes.

Por eso no es infrecuente que el psicoanálisis en la actualidad sea buscado como terapia cuando otras opciones terapéuticas han fallado.

En la mente de muchas personas el psicoanálisis surge como una posibilidad individualizada cuando se tiene la sensación de no haber sido escuchado en otros contextos terapéuticos.

Nuestra escucha como psicoanalistas es muy minuciosa porque sabemos poner nuestros asuntos personales a un lado precisamente porque ya les hemos dedicado tiempo a entenderlos en nuestras propias terapias.

¿Cómo funciona el psicoanálisis hoy en día?

El psicoanálisis en la actualidad sigue siendo único en el sentido de que no hay otra modalidad terapéutica que se centre en encontrar la raíz de los problemas psicológicos.

También es la única terapia que ayuda al paciente a conocerse en profundidad.

Descubrir la raíz del problema tiene otro beneficio terapéutico: el universo emocional de la persona psicoanalizada se expande de manera sorprendente.

Al no estar ya atrapada en el pasado, la persona psicoanalizada empieza experimentar un sinfín de inéditos sentimientos y a crear pensamientos que nunca había pensado.

Al no estar limitado por el estrecho mundo emocional infantil puede darse oportunidades en el presente y en el futuro.

Su mundo interno se transforma en un vasto y emocionante territorio lleno de potencialidades.

¿Cómo saber si el psicoanálisis puede ayudarme?

Los psicoanalistas sabemos que podemos marcar un antes y un después en la vida de una persona.

Por eso nos tomamos tan en serio nuestro trabajo.

Pero recuerda, la decisión es tuya, es un compromiso personal.

Eso sí, cuando hay compromiso los resultados pueden ser verdaderamente impresionantes.

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